Este año de pandemia ha mostrado la realidad que viven muchas mujeres alrededor del mundo. No solo se vio un aumento en la brecha de género, sino que también se puso en evidencia la violencia hacia la mujer. Es por esto que el día internacional de la mujer tuvo una imagen diferente este año; en varias ciudades del mundo se llevaron a cabo manifestaciones en donde más que ver este día como una celebración, se ve como un día de lucha. Reflexionando sobre esos movimientos y la realidad que viven las mujeres, me he dado cuenta que tenemos que cambiar la forma en la que vemos el día internacional de la mujer. Este día debe ser visto como un día para reflexionar sobre el largo camino que todavía nos falta para lograr la igualdad de género. Así mismo, es un día en el que deberíamos pensar en el impacto que tienen nuestras acciones y cuestionarnos si somos parte del problema o de la solución.
La celebración de este día ha sido planteada como un festejar los logros sociales, políticos, culturales y económicos de las mujeres. Ciertamente, estos son logros de gran importancia, ya que muestran la importancia de las mujeres en la sociedad. Así mismo, muestran el punto al que hemos llegado en comparación a el rol de la mujer en las sociedades del pasado. Sin embargo, en un día en el cual se conmemora a la mujer, el primer tema de conversación debería ser sobre qué debemos hacer como sociedad para seguir mejorando. Usar este día como un día de celebración simplemente crea una cortina de humo en donde se evita hablar sobre las realidades que siguen viviendo las mujeres.
La realidad es que el problema no solo es la cortina de humo que se crea sino la falta de conocimiento de las personas frente a este tema. Vivimos en un mundo en donde muchas de las realidades que viven las personas no se muestran en los medios de comunicación. Consecuentemente, hay una ignorancia hacia la realidad. Así como la mayoría de las personas, yo no sabía que, por ejemplo, el 47% de las mujeres tienden a sufrir lesiones más graves en accidentes de carro ya que las medidas de seguridad están diseñadas para hombres. O que solamente seis países en el mundo dan igualdad de condiciones laborales a los hombres y las mujeres. Encima de todo, nos va a tomar como mínimo ciento ocho años poder cerrar la brecha entre géneros; y digo mínimo porque debido a la pandemia, esta brecha es ahora aún más grande.
Esta información es increíblemente importante y al mismo tiempo es ignorada por la gran mayoría. Así como estos datos, las alarmantes cifras de feminicidios y violencia contra la mujer que se han presentado en el último año durante la pandemia no han sido tenidos en cuenta lo suficiente. No muchas personas hablan del miedo que sentimos las mujeres cuando salimos a caminar solas, o como tenemos que pensar en la ropa que nos vamos a poner para no sentirnos acosadas. Pero es una realidad que todas conocemos. Y no solo es esto, también es el tener que pensar cómo tenemos que determinar la forma en la que nos desenvolvemos en el mundo para poder ser incluidas, porque lastimosamente ser mujer sigue siendo un factor que tiene el poder de determinar el curso de nuestras vidas.
El día internacional de la mujer debería ser el día en el que toda esta información sale a la luz. El día en el que se rompe con esa ignorancia que inunda nuestra sociedad y abre las puertas a que estas situaciones sigan presentes hoy en día. La idea de celebrar los logros que se han conseguido en cuanto a los derechos de la mujer no tiene ningún sentido si se hace ocultando la necesidad de seguir rompiendo con los impedimentos que viven las mujeres. Si nos quedamos simplemente en el argumento de lo que ya logramos va a servir como una justificación para la falta de acción y movimiento, sirve como una justificación para la ignorancia. Tenemos que cambiar esa idea de conformarnos con lo que ya hemos logrado y sentarnos a mirar la realidad que se vive en el día a día. En días como el día de la mujer tenemos que sentarnos y cuestionar qué estamos haciendo para mejorar la realidad.
Todos jugamos un rol en la realidad social que construimos para cada individuo y en el caso de la mujer estamos fallando. Fallamos como sociedad cada vez que dejamos de luchar por un un mundo en donde la igualdad de género es un trabajo constante; fallamos cada vez que una mujer o niña es víctima de violencia, tanto física como psicológica o estructural. Y es por esto que este día tiene que ser el día en donde nos concentramos en lo que debemos hacer para dejar de fallar como sociedad. No hay mejor forma de celebrar a las mujeres que por medio de la lucha y el movimiento para crear el cambio que tantas mujeres necesitan.
Isabela Linares Uscher es una estudiante de segundo año en la Escuela de Estudios Internacionales y una columnista y editora para El Águila.