From the Newsstands: This story appeared in The Eagle's November 2022 print edition. You can find the digital version here.
Aunque la comunidad Latina en los Estados Unidos enfrenta varios desafíos económicos en la actualidad, es vital destacar su progreso en los últimos 20 años. El discurso político no puede solo centrarse en las limi taciones económicas sin reconocer el crecimiento de la comunidad para proporcionar perspectiva.
Según un informe realizado por Hispanic Star, los Latinos en los Estados Unidos lideran los grupos minoritarios en GDP y poder adquisitivo con $2.7 y $1.9 billones, respectivamente. Actualmente, si los Latino-americanos fueran una nación independiente, su GDP sería el séptimo más grande del mundo. Los Latinos se están convirtiendo en los empleados y consumidores del futuro: en los últimos diez años, esta comunidad ha visto un crecimiento sustancial en el ingreso (77 por ciento), y la participación en la fuerza laboral civil (17 por ciento). Además, el 40 por ciento del crecimiento de la fuerza laboral de EE.UU. es Hispana.
Continuando con las tendencias positivas, los Latinos también están abriendo camino en la educación. Una investigación de Eastern Washington University muestra que los estudiantes están logrando índices récord de graduación de la escuela secundaria e inscripción universitaria. Además, ha habido un aumento sustancial en la representación en las carreras de Administración, Negocios y Ciencias. Sin embargo, persisten dos problemas, primero son las discrepancias en los salarios de trabajadores Latinos en comparación con estadounidenses blancos. Un análisis comparativo muestra que a nivel nacional, los Latinos ganan el 73 por ciento de lo que ganan sus homólogos blancos. Esto está relacionado con la mayor participación de Latinos en industrias de trabajo manual que no generan un salario alto.
Un segundo problema tiene que ver con las bajas tasas de graduación que persisten en la comunidad. El Informe de Logros Educativos cita a los Latinos como el grupo con la tasa de finalización más baja para obtener un bachillerato, lo que sugiere que muchos de ellos carecen del título para acceder a salarios más altos.
Provenir de entornos con menores condiciones socioeconómicas, hace que los Latinos comienzan su carrera universitaria con bajos recursos. Esto crea una situación en la que los Latinos están menos preparados y genera altas tasas de deserción educativa. El informe de EWU establece: es más probable que los Latinos co- mienzan en un colegio comunitario, con una mezcla de asistencia de tiempo completo o medio, y que continúen en la universidad después de seis años. Cada año adicional invertido para la obtención de un título ejerce más presión económica sobre los estudiantes Latinos
Los programas existentes como el apoyo para el primer año, son pasos en dirección para reducir las tasas de deserción escolar. Estas soluciones sirven para facilitar la transición a una carga de trabajo universitaria con recursos sustantivos para preparar más a los estudiantes. Sin embargo, estos programas solo existen para el primer año, dejando a los estudiantes Latinos solos en los últimos semestres. Mantener programas más allá del primer año podría animar a Latinos a completar sus títulos. Las universidades con programas de apoyo in- corporados, como EWU, muestran un aumento significativo en las tasas de graduación, específicamente aquellas que provienen de hogares de bajos ingresos, lo que provoca un efecto dominó que se traduce en mayores participaciones en la fuerza laboral.
Al mirar la realidad de los Latinos en el mercado laboral nos lleva a un tercer y último punto. Las soluciones institucionales son difíciles de escalar si los problemas económicos que afectan a la comunidad Latina no están en el discurso público. Los Latinos necesitan una voz en los medios que priorice la deliberación sobre la realidad de su situación. Sin embargo, como sugiere Axios, la representación Latina en los medios se ha estancado.
Es importante destacar el poder de la representación en los medios, hay Latinos aptos para puestos claves de comunicación, y es necesario incentivar a la industria para que cultive la diversidad e inclusión en los medios. Podrían argumentar que el concepto se ha convertido en un remedio rápido a las demandas de justicia social que solo sirve como distracción a problemas más importantes. Pero, la diversidad e inclusión en los medios de comunicación puede tener un efecto profundo para movilizar la comunidad a nivel local y nacional, para mejorar la participación de los Latinos en la fuerza laboral.
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